El Ser Humano ha perdido en nuestros tiempos su capacidad de raciocinio, y es por ello que se va a tratar en la presente entrada, de enseñar al Lector y Usuario de Servicios Jurídicos, de como encontrar realmente un Abogado, y NO un Sophista.
El término "Sophista", proviene del griego sophía - sophós, y en un primer momento de la historia clásica se les consideraba sabios a quienes se les acuñaba con tal término, en el Mundo del Derecho Práctico, serían;
- El Juez (+/- 99%).
- El Fiscal (+/- 97%).
- El Abogado del Estado (+/- 95%).
- Algunos pocos Abogados (+/- 10%).
Pero el abuso y mal huso, convirtieron al término en algo despectivo, pues el sophista utiliza, su sabiduría en provecho e interés propio, sin escrúpulo y valor ético alguno.
- Algunos, muchos y demasiados Abogados (+/- 90%), es decir, 9 de cada 10 despachos que frecuentemos pertenecen a Sophistas.
Platón, Protágoras y Gorgias ya criticaron a los sophistas por su formalismo y trampas en la dialéctica, envenenando y embelesando al oyente, dominando el arte lingüístico en su propio beneficio, capaces de persuadir mediante el discurso retorico, convirtiendo argumentos débiles en sólidos.
Si nos paramos a reflexionar un minuto en la vida, es posible, que no la perdamos tan rápido.
REFLEXIONEMOS JUNTOS SOBRE LAS PALABRAS DE ÉSTOS TRES SABIOS GRIEGOS
1. Convierten argumentos débiles en sólidos:
Por ejemplo, lo impuntuales que son Los Sophistas y las absurdas excusas con las que se justifican.
Si un abogado llega tarde a una cita se disculpa, punto final, si el que llega tarde es, El Sophista, alardeará de la cantidad de trabajo que tiene, que no le dejan tranquilo al teléfono, que estaba preparando un juicio para mañana, un escrito urgente, cualquier escusa es buena para tratar de apaciguar al cliente.
2. Formalistas y tramposos en la dialéctica:
El uso de palabras técnicas es habitual, pero la mejor forma de tratar con un cliente, es explicarle las cosas en un lenguaje que pueda entender, es decir, el cliente no tiene que saber el significado por ejemplo de usucapión, ni porque un procedimiento es ordinario o es verbal, pero si se le puede explicar para que lo entienda, sin ser necesario darle una clase, pero si hacerle saber donde se va a meter, El Sophista, no le dirá nada y se lo explicará todo, es decir, creerá entender lo que es el derecho de colación, pero no entenderá nada, porque no es lo mismo decirle;
El Sophista.- "no se preocupe usted que va a obtener su parte de la herencia integra y los demás que ya han cobrado pues ya se verá, pero usted que es mi cliente, no se preocupe, porque vamos solicitar que se haga valer su derecho a la legitima en juicio y perciba lo que le corresponde y si puede ser mas mejor, ya veremos como nos arreglamos luego nosotros".
Que decirle;
El Abogado.- "es el derecho que tiene usted a que se traigan a la masa hereditaria, es decir, a la herencia, todo aquello que su madre repartió a sus hermanos en vida, para aplicar extrictamente la legitima entre usted y sus hermanos, no siendo otra cosa la legitima, sino, la parte proporcional de la herencia que la ley dispone de reparto obligatorio para cada heredero, la cual, salvo circunstancias excepcionales, no le puede ser negada ni a usted ni a sus hermanos".
3. Envenenan y embelesan al oyente:
Cuantas veces no hemos oído a un Sophista repetir una y otra vez que es un caso muy fácil (o difícil) de ganar, pero que indistintamente, el contrario no tiene nada que hacer, que no nos preocupemos y estemos tranquilos, que con simplemente presentar esto y luego lo otro, después acudir al juicio decir lo de aquí, luego lo de allí, con eso ya esta todo, pero que usted tiene toda la razón del mundo, o no lo ve claro, porque no puede ser que a usted le exijan eso, porque no es posible, y la lógica es tan aplastante que no pueden obligarte a ello.
4. Persuaden mediante la retorica:
El Sophista, nos repetirá hasta la saciedad el mismo discurso al menos 4 o 5 veces de tantas formas distintas como veces lo repita, comparando y argumentando, es decir, comparará su caso con unos cuantos otros que haya ganado o leído y los argumentará en relación al suyo, pero siempre utilizando una estructura similar.
Algunos Sophistas, se centran en casos anteriores, otros en casos mediáticos, también los hay que desvían la conversación a la política, deporte..., y regresan al asunto con pinceladas superficiales, quedando todo aparentemente muy claro.
Pero cuando acaba la reunión, justo antes de darle el caso, de firmar un acuerdo, de pagar nada, usted debe despertar, porque si no lo hace, saldrá de alli sin haber entendido nada, con la cartera reducida y lo que es peor, la inseguridad de no saber sus posibilidades de éxito judicial, pues seguramente su caso no se parezca nada al de la persona que le recomendó, El Sophista, que acaba de contratar.
CONSEJO DE ABOGADOS HONRADOS
- No se fije en lo que le cobra un Abogado, siempre será más económico que un Sophista.
- Un Abogado, llevará su caso personalmente y lo conocerá a la perfección, un Sophista, se lo dará a un empleado y no sabrá el estado en el que se encuentra.
- Un Abogado, le cobrará más o menos, dependiendo de la dificultad del asunto, la cuantía y sus circunstancias personales y le exigirá el cumplimiento de la forma de pago acordada, eso sí, antes de entregar el asunto a nadie usted debe de haber pagado al menos el 75% de los honorarios pactados, tenga en cuenta que usted es un cliente nuevo, no le conoce su Abogado y puede ser un Sophista también.
- El Sophista, le pedirá una cantidad de dinero sin estudiar el caso previamente, simplemente con lo que usted le cuente en menos de 5 minutos, el resto del tiempo habrá estado hablado solo él.
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